viernes, 11 de octubre de 2019
El folclore argentino llora la muerte de Tamara Castro
Hondo pesar en el ámbitomusical por el fallecimiento de la destacada cantante, quien fueuna de las abanderadas de la "nueva camada" de intérpretesregionales. Viajaba junto a su marido hacia Chivilcoy para actuaren un festival.
Diario Epoca – El folclore argentino llora la muerte de Tamara Castro
Como tantos otros talentosos del folclore argentino, Tamara Castro,quien falleció ayer en un accidente automovilístico,eligió el camino más esforzado y quizás elmás valioso para difundir sus canciones, recorriendo desdehace más de 20 años peñas, clubes y festivalespopulares de todo el país.
Así la encontró la muerte junto a dos compañeros,justamente cuando viajaban hacia el encuentro de su públicoen la localidad bonaerense de Chivilcoy, donde tenía previstoofrecer un recital, como parte de una gira que inició hacedías y que la había llevado a Rafaela, en la provinciade Santa Fe.
El accidente ocurrió en la Ruta provincial 13, a 40 kilómetrosde esa ciudad santafesina, cuando ella y sus dos acompañantesviajaban hacia Chascomús -donde recogerían a lasecretaria de su representante- y luego seguirían viajerumbo a Chivilcoy.
Nacida el 4 de diciembre de 1972 en Ensenada, partido de La Plata,la cantante y guitarrista se crió y pasó toda suvida en la localidad bonaerense de Coronel Brandsen, donde a los3 años empezó a concurrir a clases con Oscar Murilloy Mabel Pimentel, fundadores del "Ballet Brandsen".
La cantante, que por cierto espíritu estético yactitud generacional pertenece a la denominada "nueva camada"del folclore argentino, pasó su niñez y adolescenciahaciendo danzas, participó de un coro, hizo teatro, ademásde tocar en la Banda Municipal de Brandsen.
A los 11 años recibió su primera guitarra y a los12 ya participaba en peñas y festivales locales, hastaque a los 17 viajó a su primer certamen regional en CityBell, donde obtuvo el primer puesto solista vocal femenino.
Ese fue el puntapié inicial para una carrera exitosa basadaen su talento para componer y cantar folclore, pero tambiénen la fuerza y la perseverancia para recorrer sin descanso, desdeentonces y hasta la fecha, cientos de certámenes municipales,provinciales y nacionales.
A los 20 años, luego de terminar sus estudios secundarios,viajó a la Capital Federal para asistir al Instituto NacionalSuperior del profesorado de Folclore y conoció a JorgeMilikota, compositor y músico con quien empezó agrabar demos y comenzó a presentarlos en público.
Tocando en una parrilla de General Rodríguez para ganarsela vida, fue descubierta por Titán Amorena (dueñodel sello DBN), quien le hizo firmar su primer contrato para unadiscográfica, hecho del cual en 1998 nació "Pasiones",su primer disco.
Ese mismo año actuó por primera vez en el escenariomayor del Festival de Cosquín y también lo hizoen el Festival de Baradero, donde presentó sus cancionescon muy buena acogida del público, sus colegas y la prensaespecializada.
En 1999, luego del moderado éxito de "Pasiones",editó su disco "Revelaciones", al que siguieron"Resplandor" (2000), "Lo mejor de mí"(2002), "Endechas" (2004) y "La Patria digna"(2005).
En esos álbumes demostró que, junto a ritmos propiosdel folclore argentino, como la zamba, la chacarera, el gato,los valsecitos y el takirari, podía teñir a lasletras y la poesía de sus canciones con preocupacionesy palabras de un alto contenido social.
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