La famosa cantante folklórica Tamara Castro tuvo una trayectoria fecunda a través de la cual dejó huellas en nuestra música popular. Sin embargo, fue una carrera corta y signada por la tragedia: en diciembre de 2006, con tan sólo 34 años, la cantante perdió la vida en un accidente automovilístico.
Nació en 1972 en la localidad de Ensenada, provincia de Buenos Aires, pero vivió su infancia y juventud en la localidad de Brandsen. Allí fue donde empezó, de muy niña, a incursionar en el folklore: comenzó a estudiar danzas tradicionales con Oscar M. Murillo y Mabel Pimentel, quienes luego crearían el famoso Ballet Brandsen. Tamara tenía una personalidad activa, ganas de aprender y de expresarse a través del arte: a los 11 años hacía teatro, integraba un coro y tocaba en la Banda Municipal. La guitarra que había recibido en el “día de Reyes” pasó a ser su aliada, y en poco tiempo la joven artista ya estaba participando en peñas y festivales locales. Con 17 años participó por primera vez en un certamen regional en City Bell, donde obtuvo un gran reconocimiento: salió primera en la categoría solista vocal femenino.
Luego, al terminar el colegio secundario, decidió mudarse a Buenos Aires para estudiar en el Instituto Nacional del Profesorado de Folklore. Allí continuó haciendo su camino, en especial a partir de su encuentro con el músico y compositor Jorge Milikota, quien quedó fascinado con el talento musical y la simpatía de Tamara. Juntos comenzaron a grabar y difundir demos, y así fue como su potente y hermosa voz empezó a guardarse en estas producciones que hoy constituyen su legado.
Cuando tocaba en una parrilla de General Rodríguez, fue descubierta por Titán Amorena, propietario del sello discográfico DBN, quien le hizo firmar su primer contrato. Así en 1998 apareció “Pasiones”, su primer disco. Como muchos artistas, Tamara comenzó a recorrer las rutas argentinas para ganarse la vida actuando en peñas y festivales. Ese mismo año participó en el Festival de Baradero y se subió por primera vez al escenario mayor del Festival de Cosquín. Grabó seis discos: Pasiones (1998), Revelaciones (1999), Resplandor (2000), Lo Mejor de Mí (2001), La Patria Digna (2003) y Vital (2006).
La mañana del 8 de diciembre de 2006, la cantante perdió la vida en un trágico accidente automovilístico cuando se trasladaba con su banda hacia Chivilcoy, luego de actuar en un festival folklórico en la Comuna de Humberto Primo, provincia de Santa Fe. Ese año había recibido el premio a la mejor interpretación con el tema “Paradoja”, de Jorge Milikota. Tenía previsto participar, el año siguiente, en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (Chile) y del Festival Nacional de la Canción de Cosquín.
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