Quiero emborrachar mi corazón
Para apagar un loco amor,
Que más que amores un sufrir:
Y aquí vengo para eso,
A borrar antiguos besos
En los besos de otra boca....
Si su amor fue flor de un día,
Por qué causa es siempre mía
Esta cruel preocupación
Quiero por los dos mi copa alzar
Para borrar mi obstinación...
Y más la vuelvo a recordar
Nostalgias
De escuchar su risa loca
Y sentir junto a mi boca,
Como un fuego, su respiración.
Angustia
De sentirme abandonado,
De pensar que otro, a su lado.
Pronto, pronto le hablará de amor.
Hermano,
Yo no quiero rebajarme,
Ni pedirle, ni llorarle,
Ni decirle que no quiero más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
Las rosas muertas de mi juventud.
Gime, bandoneón, tu tango gris;
Quizás a ti te hiera igual
Algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche,
Sola y triste en esta noche,
Noche negra y sin estrellas...
Si las copas traen consuelo,
Aquí estoy con mi desvelo
Para ahogarlo de una vez.
Quiero emborrachar mi corazón
Para después poder brindar
Por los fracasos del amor.
DESENCANTO.
Sirva, sirva cantinero otra copa de veneno, sírvala nomás sin miedo que me quiero emborrachar. Si por culpa de unos ojos hoy mi vida es un tormento, en un vino turbulento ésta pena quiero ahogar.
Y que no le tiemble el pulso, sirva, sirva compañero, que a esos ojos traicioneros ya no quiero recordar, voy a hundirme lentamente gota a gota en tu veneno, sirve, sirve cantinero que su amor quiero olvidar.
Muchas veces me pregunto para qué quiero la vida, si mi vida está perdida cuando no te puedo amar, para qué quiero ésta boca y su amargo desencanto, si a esos labios que amo tanto no los puedo ya besar.
Y de qué me sirve el cielo si las alas me han cortado, para qué me han dado el aire si no puedo respirar, para qué quiero éstos ojos que se van secando en llanto, si a esos ojos que amo tanto no los puedo contemplar.
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Y que no le tiemble el pulso, sirva, sirva compañero, que a esos ojos traicioneros ya no quiero recordar, voy a hundirme lentamente gota a gota en tu veneno, sirve, sirve cantinero que su amor quiero olvidar.
Muchas veces me pregunto para qué quiero la vida, si mi vida está perdida cuando no te puedo amar, para qué quiero ésta boca y su amargo desencanto, si a esos labios que amo tanto no los puedo ya besar.
Y de qué me sirve el cielo si las alas me han cortado, para qué me han dado el aire si no puedo respirar, para qué quiero éstos ojos que se van secando en llanto, si a esos ojos que amo tanto no los puedo contemplar.
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