viernes, 16 de agosto de 2019

Reconocida cantante y Un Adiós


Tamara Castro Tamara Castro fue una reconocida cantante folclórica argentina (Ensenada (Buenos Aires), 4 de diciembre de 1972 - † Humberto Primo, Santa Fe, 8 de diciembre de 2006). Desde los 3 años vivió en la ciudad de Brandsen, Provincia de Buenos Aires, a la cual consideraba su querencia. Murió en un accidente en la mañana del 8 de diciembre de 2006, luego de actuar en un festival folclórico en Humberto Primo, mientras se dirigía hacia Chivilcoy. Biografía Nació el 4 de diciembre de 1972 en la localidad de Ensenada, provincia de Buenos aires. Al poco tiempo la familia se muda a Brandsen, también localidad de la provincia de Buenos Aires donde vivió toda su vida. A los 3 años concurre a clases de Oscar Murillo y Mabel Pimentel, los que al poco tiempo se conforman como “Ballet Brandsen”. Allí estudió danzas tradicionales y estilizadas hasta la edad de 8 años. Niña inquieta y deseosa de aprender cada vez más, ya a los 11 años integraba un coro, hacía teatro, participaba de talleres de arte y tocaba en la Banda Municipal. A esta edad recibe su primera guitarra, regalo del día de Reyes. Tan grande fue su inquietud por aprender este instrumento que ya a los 12 años participaba de peñas y festivales locales. Su primer certámen llegaría a los 17 años en City Bell donde obtiene el Primer Puesto Solista Vocal Femenino, fue también a varios Certámenes Municipales, Provinciales y Nacionales entre los que estuvieron "La fiesta del ternero" (Ayacucho), "Encuentro de las sierras" (Tandil), "Festival Coronel Dorrego" (Mar del Plata), "Chascomús al País" (Chascomús) y al Pre Casquín. Cuando termina sus estudios secundarios decide ir a estudiar a Buenos Aires en el Instituto Nacional del Profesorado de Folklore. La vida le tendría reservado un encuentro que marcaría su vida artística; es en ese período donde conoce a Jorge Milikota quien queda cautivado por su calidad artística y carisma. Graban diferentes demos y comienzan a presentarlos en distintos medios de difusión. Decide dedicarse por completo a su vocación y es así que parte rumbo a Cosquín para probar suerte. Allí recorre todas las peñas pero debe volver por no conseguir la atención de los productores. Cantando en una parrilla de General Rodríguez para ganarse la vida, la descubre Titán Amorena, propietario de DBN con quien firma un contrato. Este giro en su vida hace que aparezca su primer material grabado: "Pasiones". Editó seis discos como solista: "Pasiones" (1997), "Revelaciones" (1999), "Resplandor" (2000), "Lo mejor de mí" (2002), "La Patria Digna" (2003) y "Vital" (2006). Este año, en el certamen Cosquín de la Canción, la joven había recibido el premio a la mejor interpretación por la pieza "Paradoja", de Jorge Milikota. Tenía previsto participar del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (Chile) y del 47° Festival de Cosquín 2007. Pero el 8 de diciembre de 2006, cerca de las 10.30, en un lamentable accidente automovilístico, pierde la vida. Tamara se trasladaba con su banda a la localidad de Chivilcoy luego de participar, la noche anterior, del festival folklórico que se desarrolló en la Comuna de Humberto Primo, del departamento de Castellanos, provincia de Santa Fe. El accidente ocurrió en la Ruta Provincial RP 13 cuatro kilómetros al sur de Humberto Primo, ruta que une Rafaela con San Cristóbal. La camioneta en la que viajaban la cantante, su marido y cuatro músicos chocó de frente contra un auto Fiat Palio. Como consecuencia del choque, murieron Tamara y los tres ocupantes del Fiat –un hombre y dos mujeres. Un adiós a Tamara Castro: cuando el canto argentino perdió parte de su sentimiento y esencia Con la trágica muerte de Tamara Castro, ocurrida entre las localidades santafesinas de Ataliva y Humberto Primo, el canto argentino pierde a una de sus voces más sobresalientes y a una verdadera obrera que con voluntad inquebrantable, peleó desde muy abajo el lugar que con sobrados méritos había alcanzado. No pertenecía al reducido grupo que se disputa cada año los primeros lugares por convocatoria en los grandes festivales. Junto a varios calificados artistas, se sentía cómoda ahi, en una segunda línea y tomando distancia de la voracidad del mercado ante el que no claudicó y al que no le entregó su arte. La sentencia Yupanquiana era la bandera que identificaba su destino cantor: " La luz que alumbra el corazón del artista, es una lámpara milagrosa que el pueblo usa para encontrar la belleza en el camino, la soledad , el miedo, el amor y la muerte. Si tu no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas, ni sufres, ni gozas con tu pueblo, no alcanzarás a traducirlo nunca". Sin demagogia, sin doble discurso, Tamara supo traducir a su pueblo sin traicionarlo jamás. Tal vez porque no le entregó su voz a los mercaderes, era resistida por algunos personajes con alguna cuota de poder en el ambiente en el que se proyectan las "figuras". El poeta Jorge Mlikota dijo de ella hace un tiempo: "Tamara Castro es natural, espontánea; admirada y resistida; es un diamante que brilla conservando el barro que le dio orígen; es sensible, inteligente y tiene el tiempo a su favor". Precisamente con el autor de "Jazmin de luna", encontró la obra con la que su canto comenzó a cobrar altura. Aunque para decirlo correctamente, la "Zamba de amor en vuelo" y la cantora, se necesitaban mutuamente. No fue casualidad que un día en la casa de Jorge Mlikota, Tamara Castro, nacida el 4 de diciembre de 1972 en el Partido Bonaerense de Ensenada y radicada desde los tres años en Brandsen, encontrara entre los escritos del poeta, esa media zamba que de inmediato colgó en su garganta para llevarla siempre por todos los caminos como su propia identidad... "Estremecidos de cielo/ yo vi tus ojos llorar / La noche pide guitarra/ la zamba busca el camino/yo no te puedo olvidar". Con 34 años, la carismática artista había logrado un prolífero aporte al cancionero nacional con sus obras "Pasiones" (1997) , "Revelaciones" (1999), "Resplandor" (2000), "Lo mejor de mi" (2002), "La Patria digna" (2003) y "Vital" (2006). El comienzo de su trabajo artístico de 2007, estaba programado para el viernes 5 de enero en Diamante en el Festival Nacional de Folklore. Posteriormente tenía previsto participar del Festival de la Canción en Viña del Mar y en el Festival de Cosquín, donde éste año recibió una distinción por la interpretación de la obra "Paradojas" de Jorge Mlikota. En la madrugada del 8 de diciembre, a solo cuatro dias de haber cumplido 34 años, Tamara, colgó en los aires santafesinos sus últimas canciones. A las diez y media de ese mismo día la tragedía quebró el ala que canta; la muerte silenció su garganta y llenó de dolor el corazón de quienes supimos de su calidad humana, de quienes disfrutamos de sus ocurrencias, de esa alegría que mostraba arriba de los escenarios y en las reuniones con amigos. Generosa, solidaria, informal, intuitiva, Tamara era el canto primitivo de la tierra trepándose a su garganta. Jorge Mlikota ha perdido a una aliada. Con la muerte de la cantora, los poemas permanecerán silenciados porque la musicalidad de su garganta ya no podrá darles vuelo. Ya no la veremos vestida de negro y de sombrero abrazada a los seis rumbos sonoros, vital y necesaria... No estará, "pero ninguna tumba guardará su canto".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario